Desde 1938 había choques armados esporádicos en la frontera entre el Perú y el Ecuador. En 1940 las tensiones se agravaron. El gobierno de Manuel Prado Ugarteche en posesión de las informaciones creó el Agrupamiento del Norte gracias al Decreto Supremo del 11 de enero de 1941, para enlazarse con el Nor-Oriente y resguardar las zonas fronterizas: Tumbes-Zarumilla-Calvas-Espíndola-Canchis hasta el río San Francisco. El comando se encomendó al General de Brigada EP. Eloy Gaspar Ureta Montehermoso y como Jefe de Estado Mayor al Tte. Crl Inf. Miguel Monteza Tafur, con 343 Oficiales y 6.812 en tropa. Ese año estalló el conflicto.
- viaje a LA GUERRA
Víctor Abregú Zúñiga nació un 3 de diciembre de 1921 en el distrito de Anco, en la provincia de Churcampa de la Región Huancavelica. Es veterano de la guerra contra el Ecuador en 1941. Perteneció al grupo de Artillería N° 6 de la montaña. En pleno conflicto llegó a San Pedro, a Machala después. Al frente de batalla en Chacras junto a un alférez, un sargento y cinco soldados. Recuerda que mantenía una buena relación con sus camaradas. Celebraban bastante. En ese entonces tenía 21 años con metro setenta y ocho de estatura. Un año antes se presentaba como voluntario al cuartel.
—¿En qué cuartel se presentó para postular a la guerra?—Me presenté en Diciembre como voluntario a un cuartel ubicado por Plaza Italia. Ahí recibían gente. Tuvimos mucha preparación.
Recuerda de manera simple, clara y precisa el momento en que se despedía de Lima para embarcarse a servir a su patria sin nada material que perder, excepto su vida. Con mucha sangre, sudor y honra. Del cuartel Santa Catalina se dirigieron al primer puerto en búsqueda del vapor Mantaro. Había una montonera de gente alrededor del cuartel.
Algunos familiares daban propina, otros lloraban. Pues, el destino de muchos era incierto. Él no tenía familia, estaba solo. Tenía, pero lejos. Primero, pidió a su padre celestial y luego al terrenal apoyo espiritual. Se persignó y con los ojos cerrados oró para que no le suceda nada. Partieron hacia Trujillo ya que la caballería debía embarcar. Los artilleros quedaron en segundo plano durante el viaje. Siguiente parada Tumbes.
Al llegar, fueron distribuidos en cuarteles que se encontraban a dos kilómetros del campo de aterrizaje central. Se quedaron no más de una semana. En el transcurso de esos siete días, el rancho no era del completo agrado de los primerizos reclutas. Comían arroces que hacían sonar los dientes. Una sopa no tan exquisita, pero que servía para engañar al estómago.
Él y tres soldados más se pusieron de acuerdo en sobornar a un vigilante para que se haga el desentendido por la desaparición de cuatro soldaditos. Eran las 3 p.m. y se encontraban en una nueva ciudad por ser descubierta. Con dinero en los bolsillos llegaron a una tienda que estaba en plena festividad.
Un participante lo llama y pregunta:
—¿Ustedes de donde vienen?—de Lima para la guerra.
Los Tumbesinos que festejaban exclamaron: “Ustedes vienen a defendernos”. Se sentaron y la comida llegó sola junto a las potas de chichas cada vez más grandes cuando se acababan. Al salir de ahí eran llamados de esquina a esquina, de reunión a reunión. A beber y a comer. A disfrutar del pueblo.
«Llegamos tarde, nos acostamos muy rápido con toda la indumentaria que teníamos y al amanecer nos levantamos con mucho disimulo y empezó el aseo respectivo. Llegamos bien gozados».
—¿Cuántos días faltaban para salir?—Ahí estuvimos ocho días en descanso. Luego pasamos a la frontera.
—¿Conoció al presidente Dr. Manuel Prado Ugarteche?—Sí, he conocido al presidente. De acá partimos con él. Fuimos en el vapor Mantaro. También estuve cerca del Comandante Supremo de la Agrupación del Norte: Ureta. La relación con mis superiores era buena.
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El 5 de Julio de 1941 las tropas ecuatorianas atacaron los puestos fronterizos peruanos de Aguas Verdes, La Palma y Lechugal, siendo rechazados por los soldados peruanos. Varios hechos sucedieron rápidamente. El 6 de Julio, Perú y Ecuador protestaron por lo que cada uno consideró una agresión del país vecino. El 7 de Julio se produjeron manifestaciones patrióticas en el país como la gran manifestación estudiantil frente a Palacio de Gobierno; similares eventos ocurrieron en Tumbes, Chiclayo, Ayacucho y Arequipa. La reacción unánime fue de indignación.
Más adelante, el 8 de Julio, el Perú rechazó la protesta ecuatoriana al señalar que fueron los peruanos quienes se vieron atacados por la frontera de Zarumilla en las zonas de Aguas Verdes, La Palma y Lechugal. La nota diplomática peruana manifestó que la acción fue realizada por soldados ecuatorianos destacados en la provincia del Oro. No obstante, las acciones armadas no cesaron, lo que provocó que algunos días después la aviación peruana repeliera las agresiones.
El 11 de Julio soldados ecuatorianos atacaron la guarnición de Bartra en el río Tigre y de Soplin en el río Pastaza, en la frontera oriental, pero las agresiones fueron contrarrestadas. El conflicto se generalizó hacia el 22 de Julio. Al día siguiente, Ecuador atacó nuevamente Lechugal, Matapalo, Aguas verdes, Pocitos, La Bomba, El Caucho, La Unión y Las Cochas, teniendo respuesta de las filas peruanas.
Las tropas peruanas al mando del General Ureta, cuya brillante estrategia retrocedió a los ecuatorianos. Las acciones peruanas se realizaron en coordinación con la Aviación y la Marina. El Perú hacia el 25 de Julio pasó a la ofensiva hasta el cese de fuego. El contraataque peruano se mantuvo victorioso y los soldados pasaron a la ofensiva ocupando puestos ecuatorianos en Huaquillas, Chacras y Balsalito desde el 22 de Julio.
23 de Julio, comienza el conflicto para él.
—Nosotros hemos matado con cañonazos, puros cañones de instantánea. Se tenía que quitar las ramas altas de los pomposos árboles para que pueda pasar el proyectil sin complicaciones. Disparábamos por letra de tiempo, a 20 milésimo. Siempre en ángulo. Al explosionar, todo se partía en pedazos y avanzaba kilómetros de distancia. Mataba todo lo que encontraba. Bombardeamos como máximo 15 provincias entre ellas todo Santa Rosa—.
—He visto las operaciones de paracaidismo en esa ciudad. Llegaban con sus pistolas, fusiles y disparos a matar. Ahí tomaron banderas, camiones, toda la ciudad mediante formación de dos equipos. Entraron infantería, caballería y zarpadores. Nosotros como artillería solamente estuvimos al frente de Chacras—.
—Ahí comimos naranja, papaya, sandía, había bastante fruta. Entramos a un caserón, quizás hubo soldados alojados que escaparon. Luego regresamos a nuestro campamento. Cualquier suceso disparábamos desde ese punto—.
El día 27, con la batalla de Zarumilla, los peruanos comenzaron la ocupación de la provincia del Oro. El 30 de Julio se llegó a Machala, capital de dicha provincia. En la sierra se ocupó una parte de la provincia de Loja. En la parte de la frontera oriental se llegó a las provincias de Pastaza, Napo y Sucumbios.
El 31 de ese mes, a las 18 horas, se acordó el cese del fuego. El 3 de agosto fue celebrado un tedeum en acción de gracias por el triunfo. Sin embargo, los ataques ecuatorianos continuaron y el 11 de setiembre se enfrentó al destacamento de Porotillo en la zona del mismo nombre. El puesto peruano de Panupali fue atacado el 19. La situación se volvió tensa nuevamente.
Por gestiones de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos se estableció una zona desmilitarizada entre ambos ejércitos para contener los ataques. Las mediaciones continuarían durante el resto de 1941. Finalmente, el 29 de enero de 1942 se firmó el Protocolo de Paz, amistad y Límites de Río de Janeiro; sin embargo, las disputas y las discusiones territoriales no terminaron con la suscripción de este documento.
—¿Cuándo se declaró oficial la victoria en qué parte de Ecuador estuvo?—cuando terminó la guerra fuimos a Machala, capital de la provincia del Oro. Ahí estuvimos tres meses. Luego nos dirigimos a Tumbes a proteger la frontera un año. Ahí disfrutamos y nos alojamos en un colegio por un par de días y luego al cuartel. Entramos a la región cansados porque toda la ruta fue a pie desde Zarumilla con todo el ganado y los armamentos. A lomo de mula a veces. Al llegar nos recibieron varias orquestas musicales. Eran dos a tres cuadras de gente que nos aplaudía, reventaban cohetes y gritaban: ¡Los vencedores, los vencedores!—.
(*)Las entrevistas a los vencedores de la campaña militar en el Ecuador de 1941 se realizaron entre Septiembre y Noviembre del 2013.
(**)Las fotografías de este artículo pertenecen al archivo de la familia Abregú y de Luis Cáceres Álvarez.